La Navidad, Fiesta y reunión familiar.
Bueno, bueno, bueno...
Las navidades se acercan y con ellas esa gran época del año en que los niños están mas felices y azucarados que nunca. Los reyes magos, Papa Noel, todo es válido y todos traen regalos. Eso si, solo a los niños buenos...
Aunque...¿quién no ha recibido regalos? por muy malo que se haya sido o muy malas notas que se saquen, los geniales reyes magos y Santa Claus nos traen siempre un regalito. ¿No son adorables? Pero las navidades no son solo época de niños exaltados mirando catálogos de juguetes, no, son mucho más. Son comida, de la que engorga por supuesto y en grandes cantidades. Turrones, mazapanes, fruta escarchada, marisco, estofado ect. Hay que ponerse las botas, que esto solo ocurre dos veces al año, en tu cumpleaños (pero lo pagas solo tu) y en esta ocasión (aqui repartes el gasto con los familiares que vienen también a comer). Y es que ¿quién puede desaprovechar la oportunidad de ponerse bien ceporro con la rica comida de la mami o la abuela?Si esa que tanto echas de menos, ahora que estas independizado y que lo más parecido a comida casera que ves es la foto de la portada de los productos congelados.
Las navidades son también y creo que ante todo una época de reencuentro. Si, aquellos familiares que hace tiempo que no ves, la abuela, el abuelo, los primos, hermanos, cuñados, hermanos ect todos juntos en la misma mesa. Eso si, convenientemente dispuestos para que la tia Juli, que no se habla con la tia Merche no tengan que cruzar palabra y para que el abuelo pueda estar cerca de la tele ya que está un poco sordo; los niños todos juntos, para que hablen de game boys; la abuela cerca de la puerta para poder levantarse a vigilar los platos aún el fuego... ¿Quién dice que la colocación no es importante? una mala colocación puede arruinar la fiesta. Por ejemplo, si pones lejos de la tele al abuelo, subirá tanto el volumen del televisor que le levantará dolor de cabeza a su cuñada, esta le calentará la cabeza a su marido y todos sabemos que cuando se pone de mal humor...le da por beber y luego hay que aguantar esos chistes verdes tan malos que cuenta. No, no, colocación.
De todas formas a medida que avanza la cena todo es absoluta felicidad, las rencillas desaparecen con tanto marisco, al fin y al cabo o te das prisa o te quedas sin langosta, que últimamente está muy cara y hay que ahorrar (maldito Euro). Después de la tanda de mariscos viene la sopa, esa casi nadie la toma, todos esperan ya el asado. En mi casa suele ser cordero, pero para gustos los colores, entonces se desata la batalla campal. ¿Dicen que el hombre ha evolucionado? Todos quieren las costillas, no la pierna, más salsa... Aquí entra en acción la abuela. Un par de manotazos a las manos inquietas y solo sirve ella. La paz ha sido restaurada la hembra Alfa y jefa del clan está a la mesa. Más tranquilos cada uno espera su ración y la paz vuelve, todos reunidos, las copas de vino rebosantes y los niños espectantes. Tras la cena y el postre solo queda el último de los rituales navideños, la foto familiar. Otra vez el proceso de colocación y recordar no dejarle al tio Juan que sea quien ponga el automático a la camara o no saldrá nada. Una sonria y si, la familia feliz reflejada en los pixeles de la camara. Hasta el proximo cumpleaños, este ya no es de asistencia obligada, la familia no se reunirá. Muchas sonrisas, muchos besos y que viva la navidad!
Las navidades se acercan y con ellas esa gran época del año en que los niños están mas felices y azucarados que nunca. Los reyes magos, Papa Noel, todo es válido y todos traen regalos. Eso si, solo a los niños buenos...
Aunque...¿quién no ha recibido regalos? por muy malo que se haya sido o muy malas notas que se saquen, los geniales reyes magos y Santa Claus nos traen siempre un regalito. ¿No son adorables? Pero las navidades no son solo época de niños exaltados mirando catálogos de juguetes, no, son mucho más. Son comida, de la que engorga por supuesto y en grandes cantidades. Turrones, mazapanes, fruta escarchada, marisco, estofado ect. Hay que ponerse las botas, que esto solo ocurre dos veces al año, en tu cumpleaños (pero lo pagas solo tu) y en esta ocasión (aqui repartes el gasto con los familiares que vienen también a comer). Y es que ¿quién puede desaprovechar la oportunidad de ponerse bien ceporro con la rica comida de la mami o la abuela?Si esa que tanto echas de menos, ahora que estas independizado y que lo más parecido a comida casera que ves es la foto de la portada de los productos congelados.
Las navidades son también y creo que ante todo una época de reencuentro. Si, aquellos familiares que hace tiempo que no ves, la abuela, el abuelo, los primos, hermanos, cuñados, hermanos ect todos juntos en la misma mesa. Eso si, convenientemente dispuestos para que la tia Juli, que no se habla con la tia Merche no tengan que cruzar palabra y para que el abuelo pueda estar cerca de la tele ya que está un poco sordo; los niños todos juntos, para que hablen de game boys; la abuela cerca de la puerta para poder levantarse a vigilar los platos aún el fuego... ¿Quién dice que la colocación no es importante? una mala colocación puede arruinar la fiesta. Por ejemplo, si pones lejos de la tele al abuelo, subirá tanto el volumen del televisor que le levantará dolor de cabeza a su cuñada, esta le calentará la cabeza a su marido y todos sabemos que cuando se pone de mal humor...le da por beber y luego hay que aguantar esos chistes verdes tan malos que cuenta. No, no, colocación.
De todas formas a medida que avanza la cena todo es absoluta felicidad, las rencillas desaparecen con tanto marisco, al fin y al cabo o te das prisa o te quedas sin langosta, que últimamente está muy cara y hay que ahorrar (maldito Euro). Después de la tanda de mariscos viene la sopa, esa casi nadie la toma, todos esperan ya el asado. En mi casa suele ser cordero, pero para gustos los colores, entonces se desata la batalla campal. ¿Dicen que el hombre ha evolucionado? Todos quieren las costillas, no la pierna, más salsa... Aquí entra en acción la abuela. Un par de manotazos a las manos inquietas y solo sirve ella. La paz ha sido restaurada la hembra Alfa y jefa del clan está a la mesa. Más tranquilos cada uno espera su ración y la paz vuelve, todos reunidos, las copas de vino rebosantes y los niños espectantes. Tras la cena y el postre solo queda el último de los rituales navideños, la foto familiar. Otra vez el proceso de colocación y recordar no dejarle al tio Juan que sea quien ponga el automático a la camara o no saldrá nada. Una sonria y si, la familia feliz reflejada en los pixeles de la camara. Hasta el proximo cumpleaños, este ya no es de asistencia obligada, la familia no se reunirá. Muchas sonrisas, muchos besos y que viva la navidad!
1 Comments:
^___________^ me alegro que te guste mi particular visión de las navidades XDDD
Pos chi, a ver si te veo en el mess!
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